Que el miedo no te paralice: 3 causas inconscientes de procrastinación al momento de emprender.

Deja atrás el miedo y la prograstinación

El miedo y la procrastinación, dos amigos que van de la mano llenando tu cabeza de pretextos, excusas y objeciones cuando quieres transformar tu vida y emprender.

Puede ser que te encuentres agotado de tu trabajo, comprendiendo que ya ha cumplido su ciclo y mirando con ojitos soñadores a aquellos emprendedores que se animaron y hoy están triunfando en lo que aman hacer.

Sin embargo, no te animas a pasar del sueño a la acción.

Tu mente está llena de objeciones y respuestas negativas frente a cada idea que se cruza por la cabeza.

Quizás escuchas dentro de ti frases como:

● ¨No tienes idea de negocios, que te vas a arriesgar a esta altura de tu vida¨

● ¨Si tan mal no te va. Estás ganando bien, ¿por qué no estás conforme? Hay otros que ni siquiera tienen trabajo¨

● ¨ ¿Ahora, en este momento, con esta crisis te vas a poner a emprender?¨

● ¨Porque no puedes ser como el resto de las personas que está cómoda donde está y se deja buscarle la quinta pata al gato¨

● ¨No estás hecho para emprender¨

¿Te resuena alguna de estas frases? ¿Se te ocurre alguna otra que te repitas cuando piensas en emprender?

Si es así, te invito a conocer cuáles son las 3 causas que generalmente generan procrastinación al momento de emprender y así podrás evitar que el miedo te paralice a tomar acción.

Las respuestas están dentro tuyo y aquí te iré acompañando para que las descubras y dejes de ponerte excusas al momento de tomar el control de tu vida.

 

La Auto-observación.

A cada persona la puede paralizar en su accionar diferentes motivos, algunas veces puedes estar consciente de ellos y otras veces, pueden venir del inconsciente, con lo cual, es más difícil reconocerlos.

 

¿Cómo darte cuenta del miedo inconsciente a emprender?

Te lo explico con el ejemplo concreto del caso de una clienta.

Mi clienta sabe que quiere emprender, sueña con hacer algo grande, quiere tener su propia marca de lencería.

Tiene los recursos, tiene el tiempo, tiene la pasión y los conocimientos para hacerlo.

Las veces que lo ha intentado, ha vendido todo lo que ha producido.

Luego de cada sesión, sale con las ideas claras, la metodología y el paso a paso para poder aplicar lo que decidió en la sesión.

Sin embargo, al llegar a su hogar no puede implementar lo que ella misma se propuso y el plan que ella mismo armó.

En nuestro último encuentro nos reíamos juntas, porque me decía que pensaba que iba a ser más fácil.

«Pensé que, por tomar esta mentoría, todo lo que me venía trabando iba a desaparecer rápido e iba a poder tener ya mi emprendimiento listo.»

Y me viene muy bien contarte esta anécdota, para que puedas comprender que eres la única persona responsable de tu vida y quien puede lograr los cambios que quiere ERES SOLAMENTE TÚ.

Porque en las sesiones, dejamos planteadas acciones tanto a nivel personal como a nivel de emprendimiento, pero quien las tiene que realizar eres tú.

 

TÚ TIENES EL PODER DE TRANSFORMAR TU VIDA.

 

Así es como le expliqué a mi clienta.

Y lo bueno de todo esto, es lo que se comienza a manifestar y nos ayuda a vislumbrar que hay algo, generalmente inconsciente, que es lo que frena a dar estos primeros pasos.

Entonces, voy a aprovechar este ejemplo de mi clienta para compartirte las 3 causas de donde puede venir este miedo que quizás la esté paralizando a ella y quizás pueda también estar paralizándote a ti,

Si te auto-observas en tus situaciones diarias, en tus excusas que te mantienen repitiendo una y otra vez una vida que ya no quieres vivir pero que te da miedo cambiar, ¿de dónde crees que viene esa parálisis?

1. ¿Viene de creencias que mantienes de tu familia?

2. ¿Viene de algo que alguna vez te dijo alguien y le diste demasiada importancia?

3. ¿Viene de alguna mala experiencia que hayas tenido?

 

Te invito a que transitemos juntos, cada una de estas opciones para que puedas ver si te sientes identificado con alguno (o quizás te resuenen todas).

 

1 – Creencias familiares.

Es inevitable que veamos la vida como nuestros padres la ven o quizás, si estamos muy negados a como ellos han vivido, puede que estemos intentando hacer todo lo contrario.

Ninguno de los dos caminos es acertado.

Sin embargo, es lo que conocemos y allí está nuestro chip del inconsciente diciendo que es lo que podemos y no podemos hacer. En que somos buenos y en que no. Qué es lo que está a nuestro alcance y que no.

Del modo en que haya vivido tu familia, los valores que hayan creado como clan, las situaciones que han debido resolver para sobrevivir, los acuerdos conscientes e inconscientes que han realizado, todo forma parte de ti y de cómo percibes la vida.

A eso tenemos que sumarle, cómo has percibido tu mismo los hechos que sucedieron en tu niñez, las palabras que han quedado alojadas en tus pensamientos y que se han convertido en tu diálogo interior, el rol que te ha tocado dentro de tu familia y todo lo que has vivido hasta el día de hoy, componen el color con el que hoy observas la vida e interpretas las situaciones que te suceden.

¿Cómo puedes estar siendo limitado por las creencias familiares para emprender de manera exitosa?:

● Si tu familia siempre ha trabajado en relación de dependencia y la creencia es que es mejor la seguridad de ser empleado.

● Si tu familia ha tenido malos resultados financieros y ha perdido dinero por animarse a tener su propio negocio o emprendimiento.

● Si tu familia ha vivido siempre asfixiada en deudas para tratar de salir adelante y solo han trabajado y trabajado sin tener resultados.

● Si tu familia pertenece a la clase media, donde el común denominador de pensamientos es: “Tienen plata porque lo hicieron por izquierda”, “Es muy difícil tener algo en este país”, “Es imposible llegar, a los otros les es más fácil”, “Hay que sacrificarse para tener algo”, “El dinero no crece en los árboles”, “lleva demasiado tiempo y esfuerzo, eso no es para nosotros” y otros ejemplos más.

● Si tu familia ha sufrido pérdidas de herencias o pasado por la experiencia de estafas donde han perdido todo.

¿Se te ocurre algún otro ejemplo?

Si estas ideas, creencias, pensamientos, emociones son las que rondan en tu campo energético, seguramente no te animarás a emprender o lo harás tímidamente sintiendo culpa, miedo y una sensación de traición.

Nuestro inconsciente es quien crea nuestra realidad y escribí todo un artículo para que puedas ver cómo funciona.

Si eres nuevo en estos conceptos de verte como creador y responsable de tu propia vida, te invito a que puedas ir al artículo a profundizar un poco más.

¿Cómo saber si estas creencias o esta energía está en tu familia?

Puedes preguntar sobre cuál ha sido la historia de tu familia, cómo fue la niñez de tus padres, la de tus abuelos.

Conocer sobre tu árbol familiar te ayudará a ir comprendiendo un poco más tu historia, de dónde vienes y qué situaciones le ha tocado vivir a tu familia.

También puedes realizar ejercicios para detectar tus creencias limitantes, que son aquellos pensamientos adquiridos a partir de la socialización y el aprendizaje.

Las creencias tienen una fuerte carga afectiva que influye en nuestra conducta. Muchas de nuestras creencias vienen de la niñez y jamás las hemos cuestionado, por lo tanto, suelen llevar a decisiones y acuerdos tomados de forma inconsciente.

Esto nos da pie para continuar con la segunda causa probable de tu miedo y que también forma parte de las creencias limitantes.

 

2 – Comentarios desafortunados que te creíste.

Suele suceder que en nuestra infancia y adolescencia recibimos muchas palabras descriptivas que no son muy buenas, acerca de nuestra personalidad, aspecto físico u otras características.

Aún de adulto suele suceder que recibimos nuevas “cargadas” o las mismas que se intensifican, llegando al punto que nos creemos que somos lo que los demás dicen que somos.

Por ejemplo, de pequeña, recuerdo que mi prima me decía que cantaba horrible y desafinaba mucho.

Es verdad que tener buena voz no fue uno de los dones que me tocó recibir, pero esa burla bastó para que hoy en día huya de los karaokes y hasta me costara cantarle canciones de cuna a mis pequeños.

Ni hablar de las etiquetas que nos ponen en la escuela, en nuestra barra de amigos, en las actividades que realizamos y en los diversos grupos a los que pertenecemos.

Quizás en uno somos “la buenita”, en otro “la chistosa”, en otro “la nerd” y así, como bajo ese título encajamos en el grupo, nos comportamos de modo tal que no nos lo saquen y esto, nos encasilla.

Aquí la cuestión es que le damos más importancia a lo que los otros ven en nosotros (que solo es un reflejo de ellos, pero eso lo dejo para otro artículo), en vez de creer en nosotros mismos y reconocer que somos seres cambiantes por naturaleza.

Quizás en alguna etapa o en algún momento nos gustó hacer reír a los demás y ahora prefieras estar más introspectivo, como para darte un ejemplo.

 

Con respecto a los emprendimientos quizás escuchaste:

● Que no eres bueno para la administración

● Que los números no son tu fuerte

● Que tus viejos se fundieron y a vos te va a pasar igual

● Que es una mala idea

● Que nadie va a comprar lo que ofreces

● Que te volviste loco en querer dejar tu empleo

 

Y otros tantos más. ¿Te suena alguno de estos ejemplos?

Lo que sucede con estos comentarios pocos afortunados es que van en detrimento de tu amor propio, de tu autoestima.

Le das más valor a lo que opinan los demás acerca de ti que de lo que tu sientes que eres capaz.

Esto provoca dudas y miedo que afectan en todas las áreas de tu vida y en especial, al momento de emprender.

Estas situaciones disminuyen la confianza que tienes en ti mismo y en tu potencial. Te va ¨apagando¨ dando lugar a que el miedo siga siendo quien lidere tus decisiones.

Y para emprender, así como para otras cuestiones de nuestra vida, necesitamos confiar en nosotros mismos.

¿Quieres saber cómo influye tu confianza en tu emprendimiento? Escribí todo un artículo al respecto, para que puedas seguir buceando en tu autoconocimiento.

¨Aquello que conoces acerca de ti mismo, es lo que puedes transformar¨- Laly Fernandez.

 

3 – Malas Experiencias:

Y ahora es el turno de hablar sobre esas experiencias que nos dejaron un sabor amargo y no solamente en el recuerdo sino también que nos han bloqueado algo dentro nuestro y por lo cual no nos animamos a volver a intentarlo.

Son esas experiencias que nos marcan fuerte y que no las hemos procesado internamente, por eso al recordarlas, solo viene dolor.

Son esos intentos de emprender y que no salió como lo esperábamos, tomamos una mala decisión, nos endeudamos y no llegamos a cubrirlo con lo que generamos.

Alguien nos hizo un juicio o nos estafaron o nos robaron.

Escuchar de los demás el famoso “yo te lo dije, y vos lo mismo lo hiciste”.

Es una decepción que ha dejado una herida muy grande y que nos hace sentir que “no vale la pena volver a intentarlo”.

Si este punto te hace mucho sentido, te invito a que puedas retomar esa herida, aceptar ese dolor y sanarla.

Revisa con una nueva mirada toda la experiencia para poder quedarte con el aprendizaje y dejar drenar el dolor.

Es momento de darte una nueva oportunidad, teniendo muy presente que el camino del emprendedor es “a prueba y error”. Es la única manera.

Y como dicen por aquí ¨Un tropiezo, no es caída¨, siempre estamos aprendiendo. No hay fracaso, solo experiencias.

Cómo respondió Thomas Edison, cuando le preguntaron sobre sus fracasos en la creación de la primera bombilla de luz: ¨No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla. ¨

Aunque sigas los consejos de todos los gurúes de finanzas, de marketing, de negocios, de emprendimientos, etc. Ellos comparten su propia experiencia y tú tendrás la tuya propia.

Y si estás atento y escuchas bien, todos te comparten lo mismo en el siguiente punto: Hay que animarse a hacer sin tanta perfección.

En el hacer hay equivocación, las caídas forman parte de nuestra sabiduría.

Así que, si este es tu caso, has tenido una mala experiencia y te has quedado allí sin volver a intentarlo, te propongo que revises nuevamente la situación para ver qué es lo que necesitas aprender de allí y destraba tus emociones para animarte a intentarlo nuevamente.

En conclusión, como podrás ver, son varias las circunstancias que nos paralizan.

Sin embargo, en las 3 causas que hoy te menciono, se repite un común denominador: EL PODER DE TRASCENDER EL MIEDO ES TUYO.

No pretendas sentirte liberado del temor para dar el primer paso.

Cuando hacemos, nunca nos sentimos completamente seguros y libres de miedo.

Generalmente, salir de la zona de confort, hacer algo que no está dentro de lo que acostumbramos, genera cierta adrenalina que a muchos nos paraliza.

Así que espero que te animes a ir más allá de esas limitaciones, de ese miedo, de esa parálisis y veas los tesoros que hay más allá de donde te encuentras, así como también las nuevas enseñanzas que irás aprendiendo en tu camino, a la salida de tu zona de confort.

¿Te gustaría una Mentoría Grupal donde nos enfoquemos en el autoconocimiento para que puedas conocerte y trascender el miedo y la procrastinación al momento de emprender?   Si te gusta la idea y quieres participar de un encuentro en vivo privado y gratuito, anotate aquí para reservar tu lugar.

 

¿Qué te pareció el tema de este posteo?

 

Si te gustó… dejame tu comentario ¡y suscribite!

¡Me encantaría saber qué te pareció y qué fue lo que más te sirvió! Aquí debajo tienes el espacio para dejar tu comentario y si conoces a alguien que pueda serle útil, compártelo.

Voy a estar compartiendo contenido para que puedas conocerte, transformar tu vida y emprender desde tu Ser todas las semanas, así que aquí puedes suscribirte para que nos encontremos y compartamos estos momentos de nutrición para el alma.

Laly

 

 

 

3 comentarios en «Que el miedo no te paralice: 3 causas inconscientes de procrastinación al momento de emprender.»

  1. Hola gracias por compartir esta valiosa información y si claro que todo eso es lo que se recibe de la.parte externa, pero no es a lo.que me quiero conectar, yo ahorita estoy en un proceso de recomendar, salí de país natal Venezuela y estoy en otro País, haciendo vida y justo me.encuentro.en el momento q quiero emprender he tenido muchas ideas pero no he logrado concretar porque bueno vistosas ideas limitantes me invadieron , pero justo estoy en eso limpiado mi mente inyectando pensamientos positivos y concretando algunas.ideas y bueno lanzarme nuevamente. Así q de verdad gracias por tus aportes. El libro de amate a ti misma justo estoy leyendo el libro. Tu aporte y Resumen es genial y de mucha ayuda. Gracias gracias

    Responder
  2. Todos somos emprendedores de alguna manera en alguna tarea todos los días de nuestras vidas
    Me gustó mucho el artículo y rescató varias frases y situaciones, en la que me vi reflejada,tal cual, pero lo verdadero de todos esto es que emprender es igual a saber que no siempre alcanzas el éxito de una y que los empeños por lograrlo, no son fracasos sino pasos hacia el éxito.

    Responder

Deja un comentario

¿Estás lista para ser la Capitana de tu Vida, Emprender desde tu Ser y/o Expandir tus servicios y prosperar?

Te invito a realizar esta encuesta para descubrir en cuál etapa te encuentras en tu vida y elegir el programa que más se adapte a ti para que YA comiences a vivir una vida próspera, consciente y con propósito.

Artículos Relacionados